Diego, que así se llama el protagonista de esta triste historia, fue acusado de violar cruelmente y matar a Aitana, la hija de tan sólo tres años de su pareja sentimental. Los médicos que atendieron a la niña elaboraron un informe en el que indicaban estos supuestos hechos, y se lo remitieron a la Policía. Después, este mismo informe se filtró a la prensa, sufriendo así esta persona un auténtico linchamiento público, en persona y también a través de los medios de comunicación de masas e internet. Unos hechos que después se encargarían de desmentir el juez que se encargó del caso y la autopsia realizada a la niña.
Sin embargo, han sido varios los medios que estos días han dado por hecho que Diego era culpable de la muerte de Aitana. Sin ir más lejos, el diario ABC, se ensañó con Diego dedicándole su portada del sábado con una gran foto suya junto al titular “La mirada del asesino de una niña de tres años”.
Sin embargo, no todos hacen autocrítica y tratan de aparcar sus responsabilidades. Precisamente ABC publica un artículo de opinión firmado por Juan Manuel de Prada que vuelve sobre este asunto. Según este periodista, colaborador también de la COPE o de Intereconomía, “sólo la insidiosa acción de la propaganda oficial explica que unos médicos, a la vista de las lesiones de la niña tras caerse del columpio y de sus reacciones alérgicas, lo achaquen a malos tratos”. Insiste además en que “tal clima de histeria no es producto del azar, ha sido artificiosamente fabricado por la propaganda de los politicastros, que obliga a los médicos a guiarse por turbias y calenturientas figuraciones (…)”. “Uno sólo es capaz de considerar aquello que su sucia mente es capaz de concebir”, confiesa en un momento dado, pero luego añade que “o lo que la propaganda oficial y la histeria mediática le han enseñado a concebir”.
Sin embargo, blogs periodísticos como Guerra Eterna se hacen eco del patinazo de ABC, que el sábado perpetró una portada para enseñarla en todas las facultades de periodismo o para colgarla en todas las redacciones para saber por qué hay que utilizar la palabra presunto o que los policías, o los jueces, los fiscales o los mismos periodistas, no tienen siempre la razón. El blog recuerda que al día siguiente presentaban a Diego como víctima de un error en portada pero en un espacio mucho menor que el que ocupó la noticia original y ya en páginas interiores con un artículo que se limita a resumir la decisión judicial y donde aparentemente, toda la culpa es del primer informe médico. El periódico, en su sección de opinión, no ha creído oportuno asumir ninguna responsabilidad, alertaba al día siguiente el autor del blog, Iñigo Sáenz de Ugarte.
Por otra parte, algunos medios han publicado artículos con elementos de autocrítica. En Canarias 7, digital que vivió de cerca los hechos al ser de la comunidad del trágico suceso, creen que ahora no vale ocultarse ni tampoco decir que fue desafortunado error, y es que eso no basta”y el mal está hecho y quien lo ha sufrido en sus carnes tardará bastante en olvidar. El Mundo abría un foro en su edición digital para que los lectores que llevados por las primeras informaciones habían atacado a Diego tuvieran la oportunidad de disculparse con él.
Llegados a este punto cabría preguntarnos ¿cuántas vidas más hay que destrozar para que los ciudadanos en general, y la prensa clásica y digital, blogs, foros etc, nos demos cuanta de que no se puede linchar mediáticamente a alguien sólo por un indicio o un rumor sin confirmar?
¿Habría que regular esta faceta de los foros públicos?
¿Chocan la libertad de expresión y de información con el derecho al honor y a la vida de una persona ? Porque desde luego este hombre ya nunca volverá a ser el mismo.
Y una última cuestión, ¿es moral que un periódico como el ABC se escude en el infantil argumento de yo he linchado públicamente a una persona inocente porque el mundo me ha hecho así para no asumir responsabilidades y reconocer su error?